El pasado lunes, tuvimos de nuevo la oportunidad algunos de mis compañeros y yo de volver a la escuela infantil para estar una jornada y ver cómo es la dinámica de ésta. Esta vez me tocó en el aula de 1-2 años.Cuando llegamos la primera impresión que tuve de la escuela no era la preconcebida por mi, y creo que del resto de mis compañeros tampoco, era algo fría, con pocos juguetes en el patio, sin arena... Una vez que entramos en las aulas la cosa parecía que iba a cambiar, pero nada más lejos de la realidad; las aulas eran pequeñas con la distribución un poco rara. En el aula que me tocó a mí el tema de los rincones no se podía trabajar como tal ya que tres de los rincones eran puertas y el cuarto era dónde la educadora tenía su mesa, los juguetes estaban en un lado del aula donde no tenían un orden determinado y algunos de ellos estaban inaccesibles para los niños. El aula contaba con una mesa grande en la que cómo máximo se sentaban 10 niños, aún siendo en el aula 13 niños, otra cosa que me llamó la atención fue que ,como normalmente he visto en otras escuelas, las sillas de los alumnos tienen algún símbolo para que cada uno de ellos la puedan identificar( bien sea una foto, una figura...), pues en este aula no lo tenían. Con todas estas críticas no quiero decir que este centro sea mejor o peor que otro, simplemente que es diferente y se amoldan a las circunstancias y espacios con los que cuentan.
A pesar de todo lo importante es poder tener la experiencia de ir al aula y ver la realidad a la que en un futuro próximo nos enfrentaremos nosotros mismos y sobre todo dar las gracias a las educadoras por dejar que observemos su trabajo y a los pequeños por compartir todo con nosotros.
Un saludo y Felices Fiestas.