El juego es una acción libre, voluntaria, socializadora que entretiene y divierte, y se enmarca dentro de unos límites temporales y espaciales. Como hemos visto se pueden dar tres tipos de juegos: juegos libres, juegos orientados y juegos dirigidos.
Bajo mi punto de vista todos son importantes ya que a lo largo del desarrollo madurativo del niño se van a dar con mayor frecuencia unos u otros.
Al comienzo del estadio sensoriomotor el niño practicará ,de forma natural, el juego libre y espontáneo puesto que comienza a reconocer su cuerpo, la realidad que le rodea,expresa sentimiento...por tanto es importante dejarle actuar y que juegue de manera libre sin intervención por parte del docente o familia.
Al final de este estadio y comienzos de estadio preoperacional ( entorno a los 2-3 años) en el niño aparece el juego simbólico. Es en este momento en el que podemos hacer uso del juego orientado. El educador puede intervenir sugiriendo, estructurando o ayudando a que se den otras posibilidades nuevas.
Por último, durante el estadio preoperacional (2-6 años) el niño va a establecer los juegos reglados donde van a ser ellos quienes pongas las reglas según sus intereses. El docente puede aprovechar esta actitud por parte del niño para emprender juegos dirigidos en el que se tiene intencionalidad para trabajar aspectos como respetar el turno o aprender a perder y aceptarlo.
A modo de reflexión y como podéis ver en mi explicación no creo que un tipo de juego sea mejor que otro, sino que todos son importantes dependiendo en el momento que se dé o lo que se quiera trabajar. Esto no significa que, por ejemplo, no se pueda emplear con un niño de dos años juegos libres o dirigidos,sino que simplemente podemos aprovechar su impulso natural y potenciarlo.